El desprecio demostrado por las grandes corporaciones por nuestra madre Tierra, que al fin y al cabo es nuestro hábitat, nuestra "Casa", el lugar en el vivimos y en el que traemos nuestros hijos a la vida para que hereden el fruto de nuestro esfuerzo y de nuestro amor, es absolutamente despiadado.
Por todo ello, y por otros motivos no expuestos, es absolutamente necesario afrontar la verdad. Comprobar y asumir la realidad de lo que se está haciendo mal en nuestro mundo y de cómo quedan afectados tanto nuestro entorno, nuestro hábitat, como nuestros compañeros en la Tierra, nuestros hermanos humanos menos favorecidos (sean de la raza o del color que sean).
¿Cómo puede nuestra raza, la raza humana, sentirse orgullosa de sus logros cuando solo sirven para unos pocos privilegiados si, además, ensucian y deterioran a traición la "Casa" de todos, nuestra madre Tierra?
¿Cómo puede una persona, un ser humano, hablar del derecho al bienestar (de una minoría), mientras otros seres humanos no disponen ni de la comida suficiente para alimentar su familia? Sin mencionar que se consiente, por parte de las potencias económicas mundiales, la mortalidad infantil y adulta por omisión de ayuda, concepto elemental de convivencia entre personas. Si la omisión de ayuda, por ejemplo, en carretera o en el mar, se considera un delito, ¿por qué la omisión de ayuda a zonas de hambruna o sequía extrema que causan muchas muertes no se persigue dentro de las Naciones Unidas?
Mira el documental y saca tus propias conclusiones. Son sólo 6 minutos, pero 6 minutos de crudas denuncias a situaciones duras y reales que todos conocemos y a las que, frecuentemente, cerramos los ojos. Es hora de abrirlos y comprobar la realidad que hemos permitido.
Mira y dime:
¿Ves Lo Que Yo Veo?
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