Es triste, aunque sea previsible, comprobar una vez más que, el día después de un importante acontecimiento cívico, como es una manifestación multitudinaria de ciudadanos, los medios de comunicación masivos y oficiales (los mass media) no sólo no informan correctamente, sino que manipulan sin escrúpulos la información para lograr unos objetivos repugnantes y reprobables de desinformación. No es nuevo ni sorprendente, pero siempre es triste que los supuestos “profesionales de la información” falten a la objetividad y a la ética de su profesión en el relato de los acontecimientos y sean, por consiguiente, deshonestos en la narración de lo ocurrido.
¿Dónde están los verdaderos periodistas capaces de luchar por informar sobre los hechos con una objetividad profesional?
Creo que la respuesta a esta sencilla y preocupante pregunta se encuentra en la red de redes, en Internet, en las redes sociales, en manos de personas aficionadas, básicamente sin ánimo de lucro, que defienden con entereza y valentía la honestidad y el valor del arte de informar con objetividad y honestidad. También son ellos los que arriesgan frecuentemente su integridad física, cubriendo los acontecimientos en los que les dejan asistir. Y siempre se puede contar entre ellos con alguna víctima por el mero hecho de estar presentes y querer informar de lo ocurrido desde primera línea, como testigos presenciales. “Daños colaterales”, dicen con sorna e hipocresía, las autoridades, “no haber estado tan cerca de los hechos”. ¿Y cómo se puede informar con objetividad si no se está presente? ¡Perseverad, compañeros! Por ética, por integridad, por honestidad, por todos nosotros, los ciudadanos ¡Perseverad! Desde esta página, con humildad cívica y afecto, os mando un fuerte abrazo de ánimo.
No es intención de este artículo volver a repetir y exponer los motivos de estas multitudinarias manifestaciones ciudadanas del 23F. Para los que estuvimos presentes y participamos en ella (en mi caso en Madrid) sabemos lo que fue, como se desarrollo todo y cuantos éramos. Por ello, estoy convencido que todos nos sentiremos indignados y decepcionados (una vez más) por la información publicada hoy, 24F, y que se puede ver, oír y leer en los medios de comunicación oficiales. ¿Verdad que es así? Pues tranquilos, no lo debemos estar, esta respuesta es la que se debía esperar y estaba prevista, planificada y organizada a priori, antes de la manifestación, obedeciendo a una lamentable y deshonesta estrategia de desinformación de la que participan TODOS los mass media, los medios de comunicación masivos.
Esto significa que el gobierno, sus aliados (agradecidos por los motivos que sean) y las autoridades en funciones (todos ellos y a partir de ahora “cúpula de poder”), preveían y temían el éxito de estas manifestaciones y, por consiguiente, sus repercusiones tanto a nivel nacional como internacional.
Las manifestaciones del 23F se desarrollaron en más de 50 ciudades españolas, siendo particularmente numerosas en Madrid y Barcelona (como era de prever por el tamaño de estas urbes) y sin menospreciar la asistencia de las más modestas capitales de provincia en las cuales por tener menos habitantes y sufrir una mayor presión social (todos se conocen y se puede temer alguna represalia) también asistieron de forma masiva. Tampoco hay que olvidar las que tuvieron lugar en varias capitales europeas e hispanoamericanas. La convocatoria ha sido un verdadero éxito de asistencia, recordando las impresionantes manifestaciones contra el terrorismo de hace años.
Entonces, ¿cómo pueden hablar de ello y dar la noticia despectivamente y despreciando la numerosa asistencia ciudadana?
MANIPULANDO: Utilizando el arte del lenguaje y del montaje cinematográfico.
¡Sí! Así de sencillo.
ASISTENCIA
Vamos a empezar con la asistencia. Estoy convencido que la cúpula de poder dispone de unas estimaciones sobre la asistencia de todas y cada una de las manifestaciones desarrolladas, por lo menos en suelo español (no os hagáis ilusiones, no se harán públicas). Y para evitar que se puedan difundir o que algunas empresas especializadas puedan evaluar y disponer de estos datos, han prohibido los vuelos sobre las ciudades a todo helicóptero que no sea el oficial de la policía. Así nadie puede replicar o afirmar datos sobre este tema. Un asunto controlado.
Ahora vamos a ver como menospreciar en los medios la asistencia. En la manifestación de Madrid (en la que participé) me pareció que éramos muchos, muchos miles de asistentes y me voy a arriesgar a suponer una cifra de medio millón de asistentes que, de seguro, unos pensarán exagerada y otros que se queda corta. Es indiferente, la voy a utilizar para este ejemplo e, insisto, es una suposición. De las siguientes expresiones, cuál os parece más despectiva o “minimizante”:
- Unos miles
- Unas decenas de miles
- Varios centenares de miles
- Medio millón
- Casi un millón.
POLICÍA Y CONTROL DE MASAS
La policía es un cuerpo necesario en una democracia moderna y su finalidad es la de proteger a la sociedad en general y a todos sus miembros: los ciudadanos. Sus actuaciones no son fruto de las iniciativas de sus miembros, sino el resultado de una educación corporativa y de una disciplina de mando. Como cualquier colectivo, se compone de personas y cada una tiene su personalidad. De modo que las actuaciones individuales, aún dentro de una disciplina y de un orden, se personalizan según el carácter de cada individuo. Así somos los seres humanos.
En un acontecimiento como el del 23F, la policía no improvisa nada. Todo está previsto y controlado. Los ciudadanos pagamos impuestos para que así sea y ellos se dedican las 24 horas del día a ello. En estas circunstancias, los antidisturbios actúan con rigor y gran disciplina, de acuerdo a unas órdenes y a unas instrucciones precisas e inequívocas que proceden de los mandos que, a su vez, reciben órdenes de los escalafones superiores hasta llegar al los responsables últimos que son CARGOS POLÍTICOS. Volvemos a la cúpula de poder. No olvidemos que la policía son unos “mensajeros”, “intermediarios”, que obedecen. Una prueba evidente de este hecho es que los antidisturbios siguen sin llevar identificaciones claras y visibles, según señala la ley, y no pasa nada, nadie les llama la atención. España es así, la policía no cumple la ley y la cúpula de poder no dice nada. ¿Serán estos últimos cómplices o responsables de ello?
Las manifestaciones fueron ABSOLUTAMENTE PACÍFICAS, con un ambiente de cortesía y convivencia impecables. Los asistentes fueron variopintos, abarcando todos los estratos sociales de edad, profesión, aspecto, etc. La cordialidad y el compañerismo imperaron en todo momento. Fue impecable hasta que se dio por finalizado el evento y la mayoría de los asistentes regresamos a nuestras casas.
¡Esto es inaceptable para la cúpula de poder!
Además, pensad que con lo que se gastan en material para los antidisturbios y en su adiestramiento, tienen la obligación de justificarlo con actuaciones. Para ello debe haber intervenciones y se deben inducir las situaciones que lo exijan.
Por último, y esto es lo más grave, es necesario poder informar que la manifestación ha tenido momentos violentos. ES NECESARIO para la desinformación. De este modo, al día siguiente se pueden iniciar los informativos con las imágenes más impactantes de la manifestación. Habréis comprobado que para los medios de comunicación masivos, lo impactante no es el medio millón de asistentes en Madrid (o la cifra astronómica de los asistentes en todas las ciudades). ¡NO! Lo más impactantes, siempre es la violencia de algunos manifestantes después de haber dado por finalizada la manifestación. Y estas mismas imágenes son las que se tienen que vender a los mass media internacionales a través de las agencias de prensa.
Por eso, para la cúpula de poder, ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO que las manifestaciones terminen con actos violentos. Y si no ocurren, se tienen que inducir.
Es todo una manipulación informativa.
Para terminar, sólo quiero recalcar que nuestro congreso, el del pueblo de España, símbolo inequívoco de nuestra democracia y de la representación de los ciudadanos, está tomado por la policía y aislado del pueblo desde hace varios meses.
No os recuerda esto el famoso chascarrillo del semanario Hermano Lobo en los años 70:
¿Para cuándo la democracia? UUUuuuuuuuhhhhhh
¿Para cuándo volverá el congreso a representar los ciudadanos?
¡¡¡ UUUuuuuuuuhhhhhh !!!
Enlaces recomendados (entre otros muchos):
Las portadas de Hermano Lobo, de actualidad
Enlace: http://www.eldiario.es/politica/portadas-Hermano-Lobo-actualidad_0_81892415.html
¿Quien lo iba a decir?
Una marea ciudadana reclama lo público frente a los recortes
Una marea ciudadana reclama lo público frente a los recortes
Enlace: http://periodismohumano.com/destacado/una-marea-ciudadana-reclama-lo-publico-frente-a-los-recortes.html
Estupendo artículo
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