domingo, 7 de abril de 2013

Las pequeñas batallas





Por Juan Manuel Mas


Siempre he creído que esta vida no puede estar basada en comer, dormir, trabajar y procrear, no concibo que esta simplicidad sea todo el objetivo que las personas tenemos en esta extraña existencia que llamamos "Vida". 

Desde muy joven he tenido inquietudes, siempre he querido ver lo que había detrás de todas las cosas, ver la parte oculta de todo lo que nos rodea y de lo que nos cuentan y combatir contra lo que no me parece justo.

Hoy en día, en un mundo tan confuso como el nuestro, en el que estamos bombardeados continuamente por informaciones de todo tipo, con mentiras de todo tipo disfrazadas de verdad y con verdades disfrazadas de mentiras, solo analizando con la razón y la inteligencia podemos sacar verdaderas conclusiones sobre la realidad y ser conscientes de nuestro poder ante la misma.
Cuando hablamos de política y de los planes que tienen los mismos políticos para gobernarnos nos recorre un escalofrío por el cuerpo porque vemos que la corrupción campa a sus anchas entre nuestros gobernantes, que sus planes para enriquecerse repercuten para mal en nosotros, que con sus concesiones, se realizan obras innecesarias que dañan el medio ambiente y el bolsillo de los ciudadanos para llenar los bolsillos de estos señores, es inevitable que nos sintamos así, pero ellos ni se inmutan ante nuestra indignación, pues saben que están protegidos por "nuestra ignorancia" y por nuestra pasividad ante todas las "jugarretas" que nos hacen los políticos.

Ellos cuentan con el arma más poderosa que existe, que no es más que el tiempo. Cuando se desvela algún escándalo de corrupción, algún "pelotazo inmobiliario", algún escándalo político de otro tipo, espionaje, etc., ellos primero dejan que tengan un gran protagonismo, luego van metiendo mentira sobre mentira sobre el asunto, luego van espaciando las declaraciones y poco a poco, con el tiempo pasando a su favor, ese escándalo va diluyéndose en un océano de noticias en los que se disuelve y ya nunca más se supo.

La estrategia de los que mandan es simple, saben que nosotros no tenemos tiempo para organizarnos, ni para investigar, ni para denunciar, pues estamos obligados por nuestro trabajo durante muchas horas, ello nos lleva a no poder prestarle mucha atención a asuntos que nos pueden perjudicar como son - la creación de vertederos ilegales en zonas de alto valor ecológico-, la concesión de licencias para la extracción de gas mediante el "fracking", de alta peligrosidad para nuestros territorios, la construcción de centrales térmicas y nucleares, etc., que se conceden en la mayoría de casos sin estudios de impacto ambiental, sin el permiso de los expertos en materia ambiental y casi siempre en puntos "estratégicos" que dañan a la población de alrededores, siempre sin consultar con ella si quieren esas instalaciones o no. Eso sin contar todos los problemas que nos han provocado con sus leyes, los desahucios, la represión por la policía, y la actual crisis.

La esperanza en poder combatir estas prácticas deshonestas con los ciudadanos existe en los pequeños grupos de "resistencia" que se organizan ante los proyectos que se "destapan" antes de que se ejecuten, siempre hay gente que se opone a que le planten una central térmica en su municipio, o una nuclear, o un vertedero, pero son la minoría, pero en realidad, aunque parezca que son débiles y que no pueden hacer nada para que no pongan estas instalaciones, muchas veces se han conseguido paralizar proyectos de este tipo en muchas poblaciones de España, y solo un 10 por ciento como mucho de la población se ha movilizado contra los mismos. ¿Qué pasaría si un 50 por ciento lo hiciera, por ejemplo?, podría ser que se generara un movimiento social realmente grande que diera un vuelco a la política y la pusiera de nuestra parte. Pues bien, eso es lo que quiero decir, que no nos dejemos engañar por los medios y los políticos, que empleemos el poco tiempo de que disponemos en luchar por lo nuestro, en organizar pequeñas batallas contra los poderosos que nos quieren obligar a tragar con lo que se les antoje, somos pequeños, pero podemos ser muy poderosos si unimos nuestras fuerzas y nuestros intelectos por el bien común, tenemos herramientas, como Internet, y tenemos el número a nuestro favor, somos muchos, y no tenemos que pensar que "nada se puede hacer" pues sí que se puede, y nuestras batallas nunca son en vano, por pequeñas que sean, todo grano hace montaña, si los juntamos.



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