sábado, 4 de agosto de 2012

2 - El sistema esclavizador: Otro punto de vista


Carl Gustav Jung

(continuación de la Parte 1)

Carl Jung descubrió que hay una mente colectiva que conecta a todos los terrestres, esto quiere decir que toda la humanidad comparte una parte de su mente con los demás. Vemos que es evidente a través de las mitologías y símbolos comunes o el estudio de los campos semánticos y la ciencia de la kinesiología.


Esta colectividad mundial es un ejemplo “a lo bestia” de la mente inconsciente del cuerpo humano, en el cual millones de millones de células comparten una señal en común. Nuestro parásito, llamado el falso ser o el ego, requiere un flujo continuo de energía psíquica para sobrevivir. Los alimentos y los combustibles es energía y la consciencia humana es otra energía en forma de campo electromagnético.


Cuando utilizamos nuestro potencial energético lo transformamos en energía cinética, que a su vez es usada para perpetuar el falso ser. Esto tiene lugar en multitud de escenarios, desde los más pequeños organismos parasitarios, pasando por los organismos pluricelulares, hasta colectivos más complejos, como un hormiguero, el ser humano o lo que conocemos como la “humanidad”.




Cojamos un ejemplo de la naturaleza: Un parásito crea sustancias químicas que causan que el anfitrión necesite las sustancias que el parásito necesita para sobrevivir y mientras el anfitrión no lo sepa, seguirá alimentando al parásito sin alimentarse bien a sí mismo. Bien, pues algo similar nos ocurre a nosotros.


De una manera similar, Wilhelm Reich declaró que sociedades enteras sufren psicosis causadas por el hecho de no alimentar nuestros impulsos orgánico-biológicos porque la represión sexual apoyada desde el poder de la iglesia se ha internado muy profundamente en las masas explotadas, las cuales producen una gran ansiedad sexual experimentando un sentimiento de culpa.


Esto genera timidez hacia la autoridad, ata los hijos a sus padres y crea en ellos servilismo y sumisión a la autoridad estatal y a la explotación capitalista, paralizando las capacidades intelectuales y críticas puesto que ello consume gran parte de su energía biológica.

De esta manera, el actual sistema económico (en el cual pocos individuos pueden fácilmente gobernar sobre las masas) se internaliza en la psique de los propios oprimidos. Esto demuestra que en un nivel colectivo la supresión de una función natural, sea biológica, espiritual o emocional, se convierte en una reacción que podríamos llamar “enfermedad psíquica”, actuando como una epidemia a través del inconsciente colectivo.


Esto significa que los individuos y las masas no tienen la habilidad para gobernarse a sí mismos en el mundo psíquico, momento en el que cedemos nuestra soberanía nacional e individual a cualquier persona y cualquier cosa. Bienvenido a las infames leyes del mundo terrestre, los patriarcas de la civilización, las dictaduras sociales, económicas, políticas y espirituales, en definitiva la peor tiranía que existe: La tiranía psíquica.


Esta enfermedad en nuestra psique, esta falta de responsabilidad, y esta negligencia con nuestras libertades más básicas, ha despejado el camino para cada tirano que ha gobernado en la faz de este planeta. La humanidad quedó atrapada en un ciclo de miedo, apatía y odio, manifestándose estos instintos en sistemas políticos y burocracias que muy a menudo limitan los derechos humanos más básicos como la búsqueda de la felicidad.


Nuestra sociedad reprime el desarrollo individual, manteniendo un patrón cíclico de comportamiento de superioridad e inferioridad, con un sistema de clases basado en ideales engañosos. Pero, aunque esos tiranos opresores sean satanizados por las masas, no son demasiado diferentes de nosotros, de hecho, ellos y nosotros formamos una unidad.




Gibran Jalil Gibran
(جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد)
 

En el libro”The Prophet” de Kahlil Gibran se puede leer:


“Digo que, mientras lo sagrado y lo bondadoso no se levanten más allá de lo más alto que haya dentro de cada uno, entonces lo malvado y lo débil no podrán bajar más que lo más bajo que hay en cada uno de nosotros también”.

Piensa en cualquier posición de poder que crees está por encima de ti, la realeza, los lideres de los gobiernos, las naciones unidas, los bancos, los monopolios corporativos y los monstruos mediáticos: Todos ellos son facetas de nuestro falso ego, necesitan nuestra participación consciente, nuestra energía consciente para sobrevivir, sin nuestra cooperación, sin un abastecimiento psíquico de complicidad se morirían de inanición. Su verdadero poder depende de nuestro deseo de ser gobernados.


Un síntoma típico de la enfermedad de la humanidad de hoy es la continua negación de nuestra enfermedad. Continuamente reprimimos esas cualidades que elegimos no aceptar de nosotros mismos, por eso es tan difícil distinguir entre la falsedad de nuestro ego y sus múltiples manifestaciones, y lo que realmente somos.


Nuestro falso ser, el ego, actúa como una cortina de humo para distraernos de la libertad que realmente poseemos. Para que este parásito psíquico pueda sobrevivir nos proporciona una sustancia que hace que seamos dependiente de él: Nuestra energía consciente.


Siempre hay momentos en que tenemos miedo, miedo al terrorismo, a la violencia, al rechazo social, a que nos critiquen, a que no les guste a los demás tu nuevo corte de pelo, a no poder conseguir algún objeto de deseo, ya sea un bolso, un coche o una persona. Y cuando tenemos el sentimiento “miedo” -controlado y alimentado por el parásito ego-, nuestro organismo entra en un estado de “conservación, ya que el miedo está para contribuir a la supervivencia de nuestro cuerpo.   Pero en el mundo actual hay miedo las 24 horas, los 7 días de la semana, miedo que consume gran parte de nuestra energía. Estamos gastando casi toda nuestra energía en protegernos y no podemos sobrevivir si estamos todo el tiempo en el “modo de protección”.




Zbigniew Brzezinski

Zbigniew Brzezinski, un antiguo secretario de estado, que también apoyó la campaña del presidente Barack Obama, dice en su libro “El Gran tablero de Ajedrez“:

“Mientras Estados Unidos se convierte cada vez más en una sociedad multicultural puede ser cada vez más difícil crear un consenso en cuanto a asuntos de política exterior excepto en la circunstancia de una amenaza directa externa verdaderamente masiva y ampliamente percibida”.



Hitler y Göring

El Reichsfuhrer del partido Nazi, Hermann Goering, ya dijo hace hace medio siglo algo similar:

“Los pueblos pueden siempre ser sometidos a la voluntad de sus líderes, eso es fácil. Todo lo que hay que hacer es decirles que están siendo atacados y denunciar a los pacifistas por su falta de patriotismo y de exponer el país al peligroFunciona igual sin importar el país.”


Esto también aplica a cada psique individual, sólo hay que recordar que el falso ser (ego) tiene un solo deseo: convertirse en un ser más grandioso y poderoso que el verdadero SER. Esta enfermedad hace que creamos que estamos separados de la naturaleza y vemos un aumento en la dependencia tecnológica y tan poca responsabilidad en todos nosotros.


Los síntomas de nuestra enfermedad psico-espiritual son las guerras, los ataques terroristas, los desastres artificiales y nuestros líderes. Mientras la gente siga enfrascada en sus impulsos privados y su naturaleza egoísta, siempre fallarán al reconocer la razón por la cual estos eventos se manifiestan y por qué este tipo de personas logran acceder a tan poderosos cargos.


La razón por la que hemos fallado milenio tras milenio en conquistar estas figuras y líderes arquetípicos es porque milenio tras milenio hemos estado luchando contra los síntomas de la enfermedad y no contra la causa de raíz. Por cada gobierno corrupto que cae en manos de pueblos revolucionados y oprimidos dos más tomarán el poder, porque la raíz de que un gobierno sea corrupto no es el individuo que lo gobierna, sino que está en la psique de cada individuo.


Porque tú, anfitrión inconsciente de un parásito mortal, harás lo que puedas para no aceptar que no eres propietario de tu libertad, harás lo que sea, sin importar el nivel de tontería y absurdidez, para no enfrentarte a tu propia alma.


Estamos tan privados de sensatez en este mundo, que aquellos que simplemente dejamos de proyectar nuestros fallos en los demás y que comenzamos a luchar contra nuestros propios demonios, somos catalogados como “neuróticos”.


Enfrentarse al verdadero ser interior es algo virtualmente desconocido para el mundo de hoy, por esta razón no importa cuantas civilizaciones emerjan y caigan, puesto que lo que crea nuestras instituciones es la consciencia colectiva (subconsciente) y no las personas individuales.


“La definición de locura es: hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes”(Albert Einstein).


Después de muchos intentos se podría pensar que la gente se daría cuenta que la represalia física no puede ser la solución, pero aún así, aquí estamos, miles de años después, con tecnología que puede clonar el ADN, vehículos que pueden romper la barrera del sonido y sondas que exploran el espacio exterior y una ciencia que debería solucionar casi cualquier enfermedad física, pero aún fallamos al no darnos cuenta de la importancia de nuestros pensamientos y consciencia.


Cada uno de nosotros somos responsables de esta epidemia psíquica, porque estamos matando al mensajero y no estamos prestando atención al mensaje.




FUENTE: Kimatica 





Extraído del antiguo Blog de Mino
Enlace:  http://soymino.wordpress.com/2010/05/19/2-el-sistema-esclavizador-otro-punto-de-vista/


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